Cómo mejorar la circulación sanguínea
Artículo realizado por el Equipo de TKE Home Solutions
Martes, 24 de mayo de 2022, 15:00
La importancia del aparato circulatorio reside en su función de transporte de los nutrientes necesarios para la vida por todo el organismo y de las sustancias de deshecho hacia las vías de eliminación. La mala circulación a la larga puede causar problemas graves de salud debido a un deficiente retorno de la sangre al corazón. Los primeros síntomas ante los que tenemos que reaccionar son el dolor de piernas, la fatiga general o la dificultad para regular la temperatura corporal. Si has notado alguno de ellos es el momento de plantearte cómo mejorar la circulación sanguínea para tener mayor calidad de vida.
Podemos empezar por lo más evidente como comer más sano y hacer algo de ejercicio. Estas dos sencillas pautas que todos conocemos son los pilares de la salud y nos ayudarán a mejorar entre otras cosas la circulación de la sangre.
Alimentación saludable
Una dieta rica en futas, verduras y cereales es fundamental para una correcta circulación de la sangre. Además, hay que mantener el cuerpo hidratado bebiendo al menos 4 vasos de agua al día.
Existen ciertos alimentos que por sus propiedades mejoran la circulación sanguínea:
- Los alimentos ricos en potasio como los frutos secos, los cereales integrales, los plátanos… contribuyen a la eliminación de líquidos.
- Los alimentos antioxidantes como las frambuesas, las zanahorias, las uvas… protegen las paredes de arterias y venas.
- Los alimentos ricos en fibra como las frutas desecadas, verduras y frutas.
- Los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado tipo salmón, sardinas o atún.
- Los antioxidantes del té negro y verde.
- Alimentos ricos en hierro para mantener los niveles de hierro adecuados para el intercambio gaseoso.
- Los alimentos ricos en vitamina C como naranjas y limones, regulan el exceso de grasa en sangre.
- Alimentos anticoagulantes como el ajo y la cebolla.
Ejercicios para mejorar la circulación
A este respecto el dicho popular es claro: Quien mueve las piernas mueve el corazón. Moverse activa la circulación de la sangre. Tampoco es necesario correr maratones, basta con no llevar una vida sedentaria, evitando estar más de dos horas en la misma postura, paseando si es posible o simplemente moviendo las extremidades durante unos minutos.
Lo ideal es practicar deporte moderado de forma regular. Caminar, nadar o montar en bici son lo mejor para activar el riego sanguíneo. En este caso, es mejor andar rápido o trotar para forzar al organismo a mejorar su capacidad para gestionar el oxígeno.
Curiosamente, el Yoga, una vez más, es un ejercicio que ayuda a mejorar la circulación de la sangre gracias a posturas como el perro boca abajo en la que la sangre fluye a la cabeza al colocar las caderas y el corazón por encima de esta.
Basta ya de poner excusas y empecemos a hacer deporte para mejorar la salud cardiovascular. Si hemos cogido miedo a salir de casa por efecto de la pandemia o por las temperaturas extremas en verano e invierno, podemos hacer ejercicio en casa para mover el cuerpo, sin movernos del sitio.
3 Ejercicios sencillos para mejorar la circulación de la sangre
1. Caminar de puntillas y talón.
Al contraer los gemelos se comprimen las venas facilitando el retorno venoso. No es necesario apuntarse a clases de ballet o hacer piruetas, basta con ponerse de puntillas sobre el sitio y repetir el movimiento al menos 10 veces seguidas. Seguidamente, se hace el mismo ejercicio con el talón, levantando la punta y volviéndola a bajar el mismo número de veces.
2. Levantar las piernas.
Mientras estamos sentados, con los pies apoyados en el suelo, podemos hacer movimientos circulares de rotación, es decir: usamos la punta de los dedos como si fuera un lápiz y dibujamos círculos a ambos lados. También podemos hacer ejercicios de flexión y extensión apoyando alternativamente la punta o el talón y levantando alternativamente la parte del pie que no se apoye.
3. Pedalear.
Actualmente hay aparatos muy sencillos que simulan el movimiento del pedaleo sin necesidad de salir a montar en bici o de comprar una estática. No obstante, hay una opción más consistente en imitar el pedaleo sin invertir en aparatos mecánicos. Bata con que nos tumbemos con la espalda pegada al suelo y levantemos la piernas para a continuación simular el movimiento del pedaleo, con cuidado de no dañar la espalda. Se trata de mover solo las piernas, mientras los brazos permaneces estiradas a ambos lados del cuerpo.
Recomendaciones extra para mejorar la circulación sanguínea
Además, hay una serie de recomendaciones adicionales que contribuyen a mejorar la circulación de la sangre como:
- Activar la circulación de la sangre terminando las duchas con un buen remojón de agua fría.
- Evitar cruzar las piernas al sentarse para no obstaculizar el riego de la que queda debajo y retrasar así la aparición de las varices.
- Tomar infusiones drenantes con plantas medicinales para aliviar las piernas hinchadas (cola de caballo, tila o romero).
- Mantener un peso saludable en proporción a la estatura.
- Masajes con crema hidratante para aliviar la pesadez.
- Dejar de fumar.
- Evitar el exceso de sal.
Factores de riesgo cardiovascular
Una circulación deficiente puede ser debida a factores de diversa índole, tanto heredados como adquiridos.
- Presión arterial. Tener la presión arterial muy baja es síntoma de circulación deficiente.
- Salud del sistema circulatorio. La sangre, el corazón y los vasos sanguíneos son las piezas de un sistema vital para el organismo y debe estar en perfecto estado. Unas venas obstruidas por el tabaquismo, un corazón débil por el sobrepeso o una sangre pobre en hierro afectan seriamente a la salud cardiovascular. Todas las piezas del sistema circulatorio son igual de importantes y hay que cuidarlas con revisiones médicas periódicas en las que detectar y corregir desviaciones.
- Otras enfermedades o condicionantes físicos. Las personas que con otras enfermedades como la diabetes o condiciones físicas como la obesidad tienen mayor probabilidad de sufrir insuficiencia cardíaca.
Ventajas de llevar un estilo de vida saludable
El binomio ejercicio moderado y dieta saludable aporta numerosos beneficios a la salud física y mental de las personas en general. Además, una alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente mejoran la salud cardiovascular en 5 puntos:
- Calma el dolor de piernas y ayuda a la movilidad corporal.
- Elimina el cansancio y la pesadez muscular.
- Controla la hipertensión, el colesterol y la diabetes.
- Se reduce la medicación como tratamiento.
- Se mantiene el peso saludable.
Todo ello supone una mejora en la calidad de vida que repercute positivamente en la salud mental y física de las personas.